Advertisement

¡También en español!
Map of gerrymandered district in northern Ohio

Haga clic aquí para la traducción al español

There’s a lot of national attention on this topic right now, because President Trump is telling states like Texas to rig (“gerrymander”) districts to give Republicans more seats in Congress.

But Ohio was already planning to redraw (“redistrict”) its congressional district lines this year.
Ohio is also already using unconstitutional maps that have been gerrymandered to give Republicans more seats in Congress than they’ve earned in votes.

Nevertheless, Ohio Republicans plan to hand Donald Trump even more unearned seats in Congress this time around. Democrats and voting rights orgs will be fighting one hell of an uphill battle to stop them.

To understand how Ohio got here, we need to go back to at least 2010.

In March 2010, Republican strategist Karl Rove wrote in the Wall Street Journal that “he who controls redistricting can control Congress.”

Rove and friends then spent 2010 implementing a strategy Republicans called the REDistricting MAjority Project, AKA "REDMAP.”

The REDMAP plan was to win seats in key state legislatures so Republicans could rig district lines and take near-permanent control of Congress.

The Republican National Committee (RNC) even led redistricting trainings for state Republicans as part of this strategy.

The theme of the trainings was: “Keep it secret, keep it safe.” They taught politicians how to rig districts to ensure maximum Republican seats, and urged them to hide the maps until the last possible minute.

The REDMAP plan was incredibly successful.

In November 2010, Republicans won control of several state government branches throughout the country, including the Ohio House of Representatives and the Ohio governor’s office. They had already controlled the Ohio Senate since 1985.

States are required to redraw their district lines every 10 years to account for people moving, dying, etc. So, in 2011, Ohio began its regular redistricting process with Republicans in total control of state government.

This detailed, nonpartisan report lays out what happened next — Ohio Republicans held secret redistricting meetings in a taxpayer-funded hotel room they called “the bunker.”

Inside “the bunker,” Republicans rigged the state’s districts so their party would control the Statehouse and most of Ohio’s seats in Congress “even if there were a strong Democratic year.”

“…Ohio Republican officials often used their personal, rather than official, email addresses to conduct and discuss the state business of drawing Ohio’s congressional map.”

If you’re familiar with Ohio politics, you will recognize many of the politicians who played a role in rigging Ohio’s district lines in 2011 — including Jane Timken, Gayle Manning, Keith Faber, and Matt Huffman.
Matt Huffman (who is currently Speaker of the Ohio House and the most powerful man in Ohio) served as chairman of the House Government and Elections Committee in 2011.

Huffman sponsored the bill that cemented Ohio’s rigged maps for a decade. He then scheduled a vote on the Republicans’ rigged maps before they were ever made public.

“The maps cleared his committee within 24 hours of their release” and passed “the entire House within 48 hours.”

It’s important to note that some Democrats are also known to have helped Republicans rig Ohio’s districts in 2011.

For example, Republicans Ray DiRossi and Bill Batchelder both testified that their party worked with now-Congresswoman Joyce Beatty while crafting the district that became Beatty’s current seat in Congress.

Seriously. Search for BEATTY in this legal document. It’s infuriating.

The result of these gerrymandered maps? Voting districts with outrageous shapes that sometimes spanned more than 100 miles across the state.

This is an actual depiction of Jim Jordan’s congressional district from 2011 – 2021. It was drawn so it would be nearly impossible to vote Jordan out of office, no matter what he did or said.

Another obvious example of Ohio’s rigged 2011 – 2021 congressional maps was District 9, known as the “Snake on the Lake”:“District 9 include[d] fragments of two of Ohio’s major cities: Cleveland and Toledo. After the 2011 redistricting, two Democratic candidates…Marcy Kaptur of Toledo and Dennis Kucinich of Cleveland — were forced into a primary election where only one would survive.”

The 2011 districts were so gerrymandered that you could accurately predict the winner in every congressional district before the election even occurred.

The same outcome occurred year after year. As the League of Women voters noted after the 2016 elections, “the percentage of each party’s vote share changed from year to year, [but] the percentage of seats each party won remained unchanged.”

This outrageous situation led to Ohio’s 2015 and 2018 votes to ban gerrymandering and fix our state’s redistricting process….but I’ll cover that in my next post.

En Español

Ohio modificará los distritos electorales en los próximos meses

de Rachel Coyle

3 septiembre 2025

traducción y trasfondo: NS

Trasfondo: En los EE.UU., el trazado de los límites entre distritos electorales no coincide con otras jurisdicciones, ni las ciudades ni los municipios (municipalities y counties), sino cada estado los debe redistribuirlos cada década acorde con los cambios demográficos reflejados en el censo cada diez años.

La atención nacional se desvía al tema de los distritos electorales porque presidente Trump emplazó a ciertos estados clave a manipular los límites con el propósito de favorecer a su partido todavía más de lo que ya están.

Mientras el estado de Texas roba los titulares, Ohio no queda atrás entre los estados que toca revisión de sus límites de distritos electorales que eligen ambas cámaras de los congresos estatal y federal, a la vez de un gran número de otros puestos como aguaciles municipales (sheriff), consejos escolares y diversos magistrados.

El mapeo ohioano ya de por sí favorece al Partido Republicano de forma desproporcional en las elecciones para el congreso. Sin embargo, los republicanos pretenden sesgar la votación aún más. El Partido Demócrata y las organizaciones que luchan para los derechos de sufragio enfrentan una lucha cuesta arriba marca diablo.

Remontamos al año 2010 como la más reciente ocasión en que redelinearon los distritos congresistas. Estratego republicano Karl Rove expuso en el Wall Street Journal que “él que fiscaliza el trazado de distritos controla el Congreso”. Dedicó aquel año a implementar la estrategia que los mismos republicanos ostentaron como Mapeo Rojo (REDistricting MAjority Project, Redmap).

El Redmap pretendía conquistar ciertos escaños claves en las legislaturas estatales con la intención de dominar el Congreso federal de por siempre. El Comité Ejecutivo Nacional del partido rojo (RNC) organizó talleres de capacitación en los estados bajo la rúbrica: “Manténgalo secreto, manténgalo seguro”. Enseñaron cómo manipular los bordes para maximizar los resultados a su favor, y esconder los mapas hasta el último momento.

El Redmap gozó un éxito redondo: en las elecciones del 2010 los republicanos ganaron la mayoría decisiva de los congresos estatales a lo largo de país. En el caso de Ohio, llegaron a dominar tanto la cámara inferior (Sala de Representantes) como la gubernatura. Cabe señalar que desde el 1985 ya contaron con el Senado en su poder.

El siguiente año, 2011, tocaba la redistribución periódica, ahora con republicanos controlando todas las dependencias. El informe independiente y detallado elaborado por la Liga de Lectores Féminas (LWV) y Acción Ciudadano Ohioana (OCA) reporta como la comisión se reunía en secreto en una habitación de hotel que apodaron como El Búnker —a pesar de que se costeó con fondos públicos de los contribuyentes—. Desde el Búnker manipularon los distritos para que su partido controlaría el congreso estatal y sus escaños en el congreso en Washington “aun cuando los Demócratas tengan un año fuerte”.

“Tal fue el grado de secrecía —indica el informe— que solían usar sus cuentas de correo electrónico personales para los asuntos oficiales de dibujar el mapa del congreso.”

Reconocidos son los nombres en la política ohioana que tuvieron papeles protagonistas en el 2011, como son Jane Timken, Gayle Manning, Keith Faber y sobre todo Matt Huffman. Hoy presidente de la Cámara de Representantes —y el hombre más relevante en el estado— el rol que este último tuvo en el 2011 fue presidir el Comité de Gobierno y Elecciones (HGEC). Introdujo la propuesta de ley que contenía los mapas tendenciosos que cimentaron las mayorías republicanos por una década, y usó su posición para agendar la votación antes de estar disponibles para el público. “El Comité los aprobó dentro de 24 horas de que salieron a la luz del día” y fueron aprobados “por la Cámara [de Representantes] dentro de 48 horas” denuncia el reporte.

Cabe señalar que ciertos Demócratas apoyaron el proyecto. Entre ellos, los Republicanos Ray DiRossi y Bill Batchelder atestiguaron que la congresista actual Joyce Beatty colaboró con la facción republicana en el mapeo que le aseguró su escaño.

¡De veras! Le invito a buscar Beatty en el documento. ¡Da asco!

¿Y qué implicaron estos mapas manoseados? Ahora hay distritos serpentean más de 160 km de los 355 km en su punto más ancho. La ilustración retrata el distrito de Jim Jordan en los años 2011 a 2021, luciendo contornos que imposibilitan que pierda una elección sea lo que fuera hiciera.

Ejemplo escandaloso de ese periodo es la “víbora del lago” que constituye el Distrito Nueve: “Abarc[ó] fragmentos de dos de las ciudades principales en Ohio, Cleveland y Toledo. Consecuencia de la redistribución en 2011 fue que dos candidatos Demócratas, Marcy Kaptur de Toledo y Dennis Kucinich de Cleveland, tuvieron que competir en la misma elección primaria donde sólo quedará un contrincante”, evidenciaba el informe.

Se manipularon los límites al tal grado que se puede con total certeza anticipar los resultados electorales en cada distrito desde antes de abrir las urnas.

Continúa la secuela; la LWV protestó al cierre de las comisiones del 2016 que “el porcentaje del voto popular para cada partido variaba año tras año, [pero] el porcentaje de escaños asignados a cada partido se mantuvo sin cambios”.

La situación condujo a las iniciativas en 2015 y 2018 para prohibir la manipulación y corregir el proceso de mapeo de distritos… tema que atenderé en mi siguiente entrega.